Un domingo el me dijo, mañana paso por tu casa, la encomienda será entregada a alguna hora, espera sentada.
Ella despertó en plena madrugada, golpes en su ventana la desvelaron, estará bien?, se preguntaba, el mar y el viento; para el, no son nada.
Días después ella llamo, solo una contestadora respondió, le dejo un mensaje?, pensó, es lo mas seguro, afirmo.
Horas pasaron y señales de vida no dio, lo vuelvo a llamar?, pensó, una vez mas y así se aseguro.
Otro dia paso y ella se preocupo, si el viento y el mar no son nada, entonces que es lo que lo ata?
Una llamada mas se convenció, a nadie matara, ella insistió, al no responder ella se enojo y dijo al carajo!, a este no llamo yo!
Pasa el tiempo y ella se canso, mas llamadas? No, esta vez, no, un poema ella escribió y en una botella lo metió, si el mar y el viento me hacen un favor y esta entrega que quede en mi honor!.
Paola Iragorry.
2008
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